El ser humano está continuamente registrando información mediante todos los sentidos y concretamente mediante la vista registramos los colores y las formas de nuestro entorno. En este proceso de percepción seleccionamos, comparamos, e interpretamos todo un conjunto de estímulos visuales. En todo proceso perceptivo se han de diferenciar los aspectos objetivos y subjetivos que influirán en que una misma imagen sea interpretada por diferentes observadores con diferente significado. Se pueden considerar como aspectos subjetivos, nuestro estado anímico, nuestros gustos y preferencias, nuestras creencias, nuestro abanico cultural, etc. En este sentido podemos poner como ejemplo la doble interpretación que se puede dar a una misma imagen en la que se puede ver a una mujer vestida de blanco entrando en un templo religioso. Una interpretación desde nuestra cultura (España) sería claramente en el sentido de una boda, mientras en otras culturas como alguna africana se interpretaría como un funeral.
Si bien los factores subjetivos son de gran importancia, los objetivos tienen especial peso en la interpretación de las imágenes. Estos factores son el tamaño relativo de unos objetos respecto otros, de modo que aquellos mas cercanos se perciben de mayor tamaño, la superposición de objetos, mediante la cual se interpreta que los objetos que tapan a otros es porque se encuentran en un plano anterior, la cercanía de los objetos a la linea del horizonte también determina el grado de lejanía respecto del observador y la perdida de intensidad del color se puede considerar también como un indicio de lejanía. Todos estos factores nos permiten dar una misma interpretación a una misma imagen representada sobre una superficie plana en la que se pretende simular el espacio tridimensional.
Como ejemplo de todo lo anterior se acompaña la siguen marina en la que se ha intentado trabajar con todos los elementos citados.